Horror en el hipermercado, los discos y las películas han desaparecido

El otro día escuché una canción en Radio 3 cuya letra contaba la tristeza que le producía al autor el hecho de que cambiaran o terminaran las cosas que le gustan. Me sentí totalmente identificado…

Los coleccionistas de películas (y música) vemos con esa tristeza, o más bien con horror, su desaparición de muchas superficies comerciales, la última la del hipermercado Carrefour, que ha dejado de vender discos compactos, DVD y Bluray. De ahí la alusion a otra canción, Horror en el Hipermercado de Alaska y los Pegamoides (el grupo en la foto de abajo).


T
ambién en el Corte Inglés de muchas ciudades esa sección ha quedado reducida a la mínima expresión. Solo la FNAC conserva una superficie en condiciones. Es cierto que se puede recurrir a tiendas de segunda mano como Cex, que además de videojuegos y tecnología venden películas, o Game que también vende, aunque solo en formato blu-ray, pero al nutrirse de las otras tiendas que ya no venden, tenderán a quedarse sin material…


Lo peor es que hay ciudades pequeñas, un ejemplo es 
Ciudad Real, en las que no hay tienda especializada, ni Corte Inglés o FNAC, y donde ya solo queda un sitio donde comprar novedades discográficas o películas, el hipermercado Leclerc, que, aunque cada vez tiene menos catálogo, mantiene una sección con música y cine. Los que vivan en una ciudad o localidad así tienen que, o bien desplazarse a una más grande, o comprar por internet.

Muchos han sido los factores que han contribuido a la desaparición de casi todos los video-clubs y de las tiendas especializadas: Primero, la concentración en grandes superficies con mejores precios, luego fue internet y la piratería, y el remate la llegada de las plataformas en las que se puede elegir lo que ver en el momento que se quiera, HBO, Netflix, Disney+, Filmin… etc., y su integración en las compañías telefónicas como Vodafone y Movistar, (que han acabado también con las ventas de esas grandes superficies).

Eso es el “streaming”, el poder ver o escuchar un contenido al instante sin esperar a que se descargue en ordenador, decodificador o televisor “inteligente”, es decir con internet. Para todos estos casos, piratería o streaming, ya sea pagando una suscripción o "gratis" (aunque con anuncios) por Youtube y demás páginas web, hace falta pagar también una tarifa de internet, por lo que de gratuito tiene poco...


La epidemia de 2020/21 no ha hecho sino contribuir al auge de esta forma de consumo por la necesidad de estar más tiempo en las casas. El drama es total para todas esas industrias que vivían de los discos de música o películas, (propietarios de los locales, los empresarios de la tiendas y sus trabajadores, las distribuidoras, transportistas, fabricantes de discos y cajas, las imprentas para carátulas…).

En un artículo de Carlos Boyero en el diario El País (10/04/2021), este periodista habla de las carencias de esas plataformas en cuanto a cine anterior a 1975, empezando por la rama más “adulta” de Disney+, Star, a pesar de que posee todo el catálogo de la histórica “20th Century Fox”. Y siguiendo por Netflix y Movistar+. Incluso escribe que "en Filmim constata demasiadas muestras de un cine que le aburre", el que ha "padecido durante años en los festivales"… (ja, ja, ja.)

También ocurre que muchas de las películas y series desaparecen de los Netflix y demás, cuando pasa un tiempo y no renuevan sus derechos de exhibición, a no ser que sean producciones propias, (de hecho es tendencia el crear sus propios contenidos, también por las leyes que les obligan a hacerlo). De igual forma ocurre con las grabaciones que se hacen en discos duros “virtuales” como los de Movistar que desaparecen a los seis meses.

Sin embargo, hay películas o series que muchos deseamos conservar y verlas cuando queramos, o simplemente disfrutar de esas que no se emiten como los clásicos. 

Como ya apunté antes, ha cambiado es la forma de comprar los films y la música en formato físico, ya que mucha gente no se puede desplazar a las escasas tiendas especializadas o centros comerciales que quedan. En su lugar compran por internet o bien a esos mismos centros comerciales que sirven a domicilio, o bien a través de empresas especializadas o incluso al extranjero, a través de los llamados “Market place”, por ejemplo Amazon que al final hace de gran superficie virtual.

He podido comprobar en internet que hay un número estimable de coleccionistas, incluso algunos bastantes jóvenes; además de aficionados especializados en determinados géneros, que comentan en redes sociales o en blogs. 

Por ejemplo, he descubierto este sobre cine bélico: todosobremicinebelico.blogspot.com

Existen varios foros de coleccionistas, como el que hay en la página mundodvd.com donde se comenta todo, lanzamientos, ediciones etc., e incluso se pueden comprar títulos (en blu-ray.com o en dvdstorespain.es). 

Cuando hay descuentos importantes en el Corte Inglés en rebajas o el adoptado “Black Friday” en noviembre, hay avalanchas de pedidos a domicilio. Aunque haya tienda en su ciudad ni se molestan en ir, pues puede que algunos títulos no estén en la tienda pero sí en el almacén. 

Luego estos coleccionistas comentan sus adquisiciones en dichos foros y ponen fotos de sus colecciones en twitter o similar. Por ejemplo en la foto a continuación: uno que comparte el nuevo orden de su colección de películas que ha hecho según la graduación de colores de los lomos.


Por lo tanto, dentro de la gravedad, no todo son malas noticias, es verdad que se pierde ese encanto de ver y tener los títulos en nuestras manos, leer la carátula, el ir de compras dando un paseo, lo que además según dicen, es bueno para la salud.

En la revista Fotogramas, Esteve Riambau contaba en un artículo como Universal y Warner Bros se unieron en 2020 para seguir apostando por los dvds y blu-rays, pues son los que mejor saben, por los datos de sus ventas, que se siguen comprando. En otro artículo dan las cifras de ventas de 2019 que se mantienen en unos tres billones de dólares, aunque en sus mejores tiempos tuvieran unos diez billones de euros. (En streaming calculan unas ventas de 16 billones de dólares)

Por cierto, como curiosidad la noticia de la subida de ventas en USA de los dvds de la serie Friends tras su desaparición de Netflix pues se mudaron a la plataforma de Warner (HBO Max).

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